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El proyecto Aula del Futuro

European Schoolnet (EUN), el consorcio de Ministerios de Educación europeos, inició en enero de 2012 el proyecto Future Classroom Lab, con el objetivo de llamar la atención, entre otros, de responsables políticos, proveedores de tecnologías, docentes e investigadores educativos para:

  • Reflexionar sobre la forma en la que las tecnologías pueden apoyar el proceso de reforma educativa tanto a nivel nacional como europeo.
  • Desarrollar talleres de formación, seminarios y cursos sobre cómo las tecnologías emergentes y las ya existentes pueden ayudar a transformar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
  • Favorecer que las actividades de enseñanza y aprendizaje desarrolladas en el marco del Aula del Futuro tengan una adecuada difusión y se puedan integrar en las aulas.

Con estos objetivos, EUN, junto con un importante grupo de empresas tecnológicas, creó el aula del futuro (Future Classroom Lab), un espacio de enseñanza y aprendizaje totalmente equipado, que pretende ayudar a visualizar la forma en que nuestras aulas actuales pueden reorganizarse para promover cambios en los estilos de enseñanza y aprendizaje.

Propuesta inicial de aula del FCL
Propuesta inicial de aula del FCL

El Aula del Futuro, como se llama el proyecto en España, es un espacio reconfigurable dividido en cinco zonas más un aula interactiva. Su equipamiento está repartido por las distintas zonas e incluye pizarras digitales, mobiliario escolar específico con facilidades de conexión, materiales para facilitar la investigación, un pequeño estudio de grabación, mesas interactivas, puestos informáticos y un rincón tradicional de trabajo.

Además de por su equipamiento, lo más reseñable del aula es la división en zonas de actividad, que tienen como finalidad favorecer y estimular los procesos de enseñanza y aprendizaje, haciendo del alumno el protagonista de todo el proceso: investiga, interactúa, intercambia, desarrolla, crea y presenta. Este concepto de organización del espacio atiende al desarrollo de habilidades en los alumnos, más allá de la adquisición de contenidos. La organización tradicional del aula en forma de teatro, en la que el profesor ocupa el plano principal, se amplía para hacer del alumno el centro de todo el proceso de enseñanza y aprendizaje y fomentar la interacción, la experimentación, el intercambio de ideas, la investigación, etc. entre profesores y alumnos. Esta configuración del espacio favorece también que el profesor amplíe su papel de transmisor de contenidos al de moderador, orientador, organizador de las experiencias, etc. y, especialmente, el de acompañante del alumno en su proceso de aprendizaje. Esto es la evolución de la enseñanza instructiva a la enseñanza activa (consulta la sección de recusos para saber más sobre estos espacios).

Aunque estas concepciones de profesor y alumno nos son nuevas, el espacio del Aula del Futuro las fomenta sin lugar a dudas. Para favorecer esta transformación se ha diseñado un Kit de herramientas que promueve cambios pedagógicos graduales y duraderos y facilite la introducción o ampliación de un uso innovador de las TIC en los centros educativos.