Riesgos específicos y actuaciones ante ellos
3. El Riesgo de terremotos y maremotos
3.1. Identificación y conocimiento social
Un terremoto consiste en la liberación repentina de la energía acumulada en la corteza terrestre. Esa energía se transmite al suelo a través de una serie de ondas sísmicas que se propagan en todas las direcciones desde el foco del terremoto.
A medida que las ondas avanzan, modifican el suelo, lo cual afecta a la cimentación de los edificios pudiendo llegar a provocar el colapso de su estructura. A medida que las urbes crecen y la presión poblacional hace que se concentren en edificaciones cada vez más altas, si la cimentación de estas es afectada por la onda sísmica, puede provocarse una auténtica catástrofe.
Cuando la liberación de energía ocurre en el océano, hablamos de un terremoto submarino. Este fenómeno puede provocar un súbito levantamiento o hundimiento de la corteza oceánica, lo que desplaza una gran masa de agua. La energía liberada genera un movimiento vertical en la columna de agua, originando una onda de tsunami. Este movimiento se propaga a través del océano en forma de una serie de olas que, al alcanzar la costa, pueden adquirir gran altura y causar una destrucción considerable. A este fenómeno se le conoce como maremoto o tsunami.