Reacciones de los diferentes grupos de edad en emergencias y catástrofes. Orientaciones de apoyo psicológico
3. Orientaciones de apoyo psicológico
3.1. Orientaciones de apoyo psicológico en la infancia
Como hemos visto anteriormente, los niños y niñas sufren de manera especial las situaciones potencialmente traumáticas. Es un error pensar que se les puede ocultar los problemas o que no pueden entender lo sucedido. Si no se atienden sus posibles reacciones emocionales, sus efectos y consecuencias será más graves.
Se les debe explicar de un modo sencillo qué ha sucedido, así podrán manejar sus angustias de una manera más racional. Será esencial establecer un puente de confianza para:
- Facilitar la aceptación de las experiencias vividas.
- Canalizar sus necesidades de expresión y comunicación.
Pueden expresar o reproducir sus vivencias con más facilidad mediante el juego o dibujos.
3.1.1 Pautas de comunicación con niños y niñas
- Sitúa tu cabeza a la altura de la suya y acógelo con calidez, transmitiéndole afecto y seguridad con tus palabras, entonación y lenguaje facial y gestual.
- Adapta los mensajes a su nivel de comprensión, usa frases sencillas y cortas. Explícale claramente lo que quieres decir evitando metáforas o eufemismos.
- Anímale a expresar sus temores y sus preocupaciones, sin obligarle a hacerlo.
- Respeta sus silencios y sus pausas.
- Escúchale y compréndele, presta atención a lo que comunica, tanto en palabras como en gestos.
3.1.2. Intervención con la familia
Normalmente, serán la familia o las personas allegadas quienes mejor podrán ayudarles, ya que podrán acercarse más.
Los nuevos escenarios a los que se enfrentan los niños y niñas –como, por ejemplo, dormir en un albergue– imponen la necesidad de darles información para que entiendan qué ha sucedido y cuáles son las previsiones de los próximos días, atendiendo a sus dudas y respondiendo a las cuestiones que nos planteen. La aportación de datos establece un horizonte de certidumbre que reducirá sus miedos.

Imagen: Hombre solitario. Licencia: Pexels
Las recomendaciones que podremos dar a las familias para afrontar la situación con la infancia son:
- Actuación en los primeros momentos.
- No mentir para “evitarle el sufrimiento”.
- Que, como persona adulta, le explique cómo se siente y así comprobará que tienen sentimientos similares, a pesar de la diferencia de edad.
- Es importante que anime al niño o niña a hablar de sus sentimientos, pensamientos, miedos y preocupaciones.
- Si el niño o niña tiene ganas de llorar, decirle que está bien llorar para expresar los sentimientos.
- Si en el suceso han fallecido personas queridas, se le ha de hablar sobre la muerte:
- Que es irreversible y causa una gran tristeza a los que quedamos.
- Que nadie ha muerto por culpa suya.
- No es conveniente decirle que la persona fallecida “está feliz en el Cielo” porque puede querer seguirla.
- Tampoco se le debe decir que “está durmiendo” porque le puede provocar problemas con el sueño.
- Nunca hay que darle falsas esperanzas de que la persona fallecida regresará.
- Actuaciones una vez pasado el acontecimiento.
- Hablar con el niño o niña de una forma sencilla y honesta, sin minimizar ni exagerar la situación.
- No intentar cambiar los sentimientos del niño.
- Ser tolerante con sus reacciones normales, aunque deberá permanecer en alerta por si estas conductas no remiten o se agravan. (conductas regresivas o disruptivas).
- Mantener los hábitos familiares en la medida de lo posible, porque eso les proporciona una sensación de seguridad.
- Mantener una relación afectiva intensa con el niño o niña y pasar tiempo con él.
- Animarle a dibujar, colorear, escribir o jugar acerca del desastre. Proporcionarle pautas de seguridad explicando que él está a salvo.
- Premiar sus conductas responsables y positivas con palabras de elogio, abrazos o pequeños premios.
- Estimular al niño o niña a reintegrarse a su vida social, preparándole para las separaciones cotidianas. Que sepa a dónde va cada uno y cuándo volverán a verse.
- Permitir que participe en los ritos funerarios, para que aprecie que hay muchas personas que sienten dolor por su pérdida.
- Hablar con sus docentes sobre su comportamiento y relaciones en la escuela, para que trabajen conjuntamente para restablecer su equilibrio.