5. Sistemas de alerta a la población (ES-Alert, sirenas, megafonía...)

5.1. Sistemas físicos de alerta

Los sistemas físicos de alerta a la población son un conjunto de elementos que tratan de propagar mensajes a través de elementos como la megafonía, sistemas de sirenas o, incluso, empleando a los agentes de protección civil para avisar, puerta a puerta, a las personas potencialmente afectadas por una situación de riesgo. Un antecedente a estos sistemas era el código que, en la antigüedad, se atribuía al sonido de las campanas de las iglesias, con las cuales se advertía a una comunidad de una amenaza de siniestro.

Sirena con luces de colores

Imagen: SirenaLicencia: Pixabay

En la actualidad, por ejemplo, el establecimiento de sistemas de generación de señales de alarma a la población –las famosas sirenas– se realiza en áreas que pueden verse inmediatamente afectadas por un suceso de origen tecnológico, siendo los titulares de esas actividades de riesgo los responsables de la instalación y el mantenimiento de estos. Lógicamente, el establecimiento de estos sistemas implica el conocimiento, por parte de la comunidad afectada, del significado de la alerta y de qué acciones deben desarrollar.

Podemos encontrar estos sistemas físicos en el entorno, por ejemplo, de las siguientes actividades:

  • En el entorno de los reactores nucleares de potencia, que nos proporcionan una parte de nuestra energía eléctrica.

Intercambiadores de calor en una central nuclear

Imagen: Central nuclear. Licencia: Pixabay

  • En las zonas potencialmente afectadas por la ruptura de una presa, que aporta el agua necesaria para nuestras actividades básicas.

 Presa hidráulica

Imagen: Presa hidráulica. Licencia: Pixabay

  • Alrededor de una industria química, cuya producción enriquece a la sociedad mediante la generación de empleo.

Planta química industrial

Imagen: Planta química. Licencia: Pixabay

Gracias a un buen sistema de autoprotección corporativa de esas actividades, junto a un grado adecuado de cultura preventiva de las poblaciones afectadas, se puede llegar a un equilibrio. Esto supone la aceptación de esos riesgos, pues son mayores los beneficios que reportan a las comunidades.