Introducción

La digitalización

La digitalización no es solo una transformación tecnológica. Es un cambio de paradigma más amplio que afecta a aspectos tan dispares como la organización económica, las formas de participación política, la comunicación y muchos otros aspectos de nuestra vida personal.

Es por tanto un fenómeno humano y como tal, no se trata de un tsunami inexorable sino de un proceso en el que, en mayor o menor medida, participamos y en definitiva, damos forma desde nuestra pequeñez.

No parece posible como educadores dar un paso atrás y observar desde fuera, estoicamente, sin hacernos cargo de uno de los temas de nuestro tiempo.

Hay al menos tres ángulos desde los que podemos abordar este fenómeno que tienen relevancia desde una perspectiva educativa.

En primer lugar, debemos enseñar a navegar por este océano a nuestros estudiantes, que como ciudadanos del futuro deben disponer de la capacidad de ejercer una ciudadanía digital. Para ello, es importante que puedan ser capaces de dar forma a sus experiencias digitales y no únicamente plegarse a unos términos y servicios no leídos en los que ellos y ellas podrían ser la mercancía. Es también importante para la convivencia escolar, todos los docentes conocemos la existencia de conflictos que se alimentan o se despliegan en la nube. No debemos tampoco ignorar la posible influencia de usos abusivos o adicciones tecnológicas en el fracaso escolar.

Por otra parte, la velocidad en la digitalización abre una enorme oportunidad de transformar los procesos de enseñanza y aprendizaje mejorando la eficacia de nuestras acciones educativas y permitiendo escalar algunos de nuestros esfuerzos, multiplicando su alcance. 

Podemos emplear las tecnologías educativas para mejorar el proceso de compartir contenidos con nuestro alumnado, para mejorar su evaluación formativa, para simplificarnos el trabajo de calificar o el análisis de los datos de la evaluación cara a la toma de decisiones. 

No todos los usos de las tecnologías en educación van a generar efectos positivos en el aprendizaje del alumnado. Es interesante conocer cómo podemos usar las herramientas digitales para obtener nuestros objetivos curriculares, entendiendo la estética y la espectacularidad como medios que pueden (o no) resultar útiles en función del contexto, de la naturaleza de la actividad educativa y de nuestro grupo de estudiantes.

Por último, sería inocente creer en la neutralidad de  todos los procesos tecnológicos. Una transformación que nos permite comunicarnos de formas diferentes influye en nuestro devenir tanto personal como social. Del mismo modo que es deseable una libertad de prensa y unas garantías para ella, debemos preocuparnos por la naturaleza de los algoritmos que seleccionan la información que recibimos, con qué intención y finalidad están hechos y qué estructura definen para que nos comuniquemos y trabajemos juntos 

Ello debe guiar parte de las decisiones que tomamos a nivel de centro educativo sobre las herramientas concretas en las que vamos a sumergir y socializar a nuestros estudiantes e incluso a nuestra comunidad educativa al completo. Elegir una aplicación forma parte de nuestro currículum oculto.

Por ello, no parece conveniente dejarse cegar por metaversos espectaculares sino, a partir de cada Plan Digital de Centro, poner las tecnologías al servicio de cada uno de los Proyectos Educativos de Centro que representan toda la diversidad de las comunidades educativas existentes en Aragón. 

Son estos tres aspectos los que han guiado la elaboración de estos cursos, el compromiso con la competencia digital futura de nuestro alumnado, la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje mediante el uso de la tecnología y la necesidad de empoderar a las comunidades educativas proporcionando una formación que nos permita tomar esas decisiones de forma más consciente y acorde a los valores de cada comunidad educativa.

El Marco de Referencia de Competencia Digital Docente.

El Marco de Referencia de Competencia Digital Docente, (MRCDD) documento concretado desde el marco europeo de competencia digital docente, DIG COMP EDU,  es fruto de una reflexión colectiva sobre los elementos que constituyen la competencia digital de un docente. 

Es también una oportunidad para detectar puntos fuertes y débiles y poder focalizar nuestros esfuerzos formativos ahí donde hayamos detectado una necesidad. Esto es una posibilidad tanto desde el punto de vista individual, como docentes para elegir formaciones futuras, como a nivel de sistema educativo, pues permite identificar déficits en la oferta formativa y poder cubrirlos.

 Las seis áreas que constituyen este marco se agrupan en tres bloques. En primer lugar, el compromiso profesional engloba diferentes competencias que cobran importancia fuera del aula pero que también forman parte de nuestra profesión docente. La parte central de este marco está formada por las áreas 2 a 5. Es la parte pedagógica que involucra todos las competencias que pueden afectar a nuestro ejercicio dentro de las aulas. El área 6, el desarrollo de la competencia digital del alumnado es uno de los frutos de las otras 5 áreas, su razón de ser. 

Sobre este curso.

Este curso, “COMPETENCIA DIGITAL DOCENTE Nivel A2: "Iniciación y exploración", aspira a ser una puerta de entrada y una primera puesta en práctica para el desarrollo de la competencia digital. El nivel A1 está asociado al conocimiento y la sensibilización sobre los diferentes aspectos del MRCDD y el A2 a el uso guiado. Se trata por tanto de un curso tanto teórico como práctico que busca dar una visión amplia de las posibilidades y características de las tecnologías asociadas a cada una de las áreas del marco.

El curso está compuesto por esta introducción y otros 6 temas, uno por cada área del marco.. Incluye 6 test de evaluación y 6 actividades,, una por área, donde se acredita el uso guiado de estas tecnologías. Este uso guiado permite acreditar el nivel A2 de competencia digital docente. 

Es esta evaluación del uso junto con una mayor profundidad de los contenidos lo que diferencia los contenidos de este A2 de los del A1 por lo que los inscritos en ambos cursos pueden encontrar redundancia en estos ellos. 

Desde el equipo de competencia digital docente deseamos también que esta formación sirva como una puerta de entrada y, ojalá, sea como una biblioteca en la que cada docente pueda encontrar un hilo del que tirar y seguir libremente, su hilo, abriendo un nuevo camino en el proceso de crecimiento constante que todos tenemos

Por último, me gustaría señalar que esta introducción y su formato, un texto con dos enlaces, trata de ser también un ejemplo de la necesidad irrenunciable del trabajo de la lectura y la escritura en nuestros estudiantes. Podemos usar robots, Moodle, realidad aumentada y grabar videos en chroma. Podemos aprender a hacerlo mejor, más curricular, a saber cuándo hacerlo y cuándo no y reflexionar colectivamente sobre para qué hacerlo. Pero no debemos, en ningún momento, abandonar la necesidad de permitir en ellos nacer el encuentro consigo mismos, con su propia atención, que constituye la lectura. Todos tenemos que aprender a apagar equipos.

Por ello, no deseamos que se entienda este esfuerzo formativo colectivo, del que formas parte en este curso, como un viaje a una nueva atlántida tecnológica en la que todo es deseable. El sentido de nuestro trabajo intenta ser, nada menos, dar un sentido educativo a esta transformación tecnológica. No se trata de tecnologizar la educación, sino de educar de la manera más consciente posible en esta revolución tecnológica.

José Cariñena Burbano. Asesor de CATEDU Andresa Casamayor.

Last modified: Wednesday, 7 December 2022, 10:05 AM