Los jóvenes de +16
Sitio: | Aularagón |
Curso: | ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS Y RECURSOS DIDÁCTICOS PARA LA MOVILIDAD EN EL NUEVO MARCO EDUCATIVO |
Libro: | Los jóvenes de +16 |
Imprimido por: | Invitado |
Día: | miércoles, 22 de enero de 2025, 20:59 |
1. Los jóvenes
Los jóvenes son un sector de población que objetivamente presenta pocas probabilidades de morir a causa de grandes enfermedades en comparación con el resto de la población. Sin embargo, según la OMS, el tráfico es la principal causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años.
Cada año mueren unos 400.000 jóvenes menores de 25 años en las carreteras de todo el mundo: un promedio de 1.049 al día. En Europa, los accidentes viales son también la primera causa de mortalidad en jóvenes de 15 a 24 años.
La pandemia del coronavirus ha cambiado el calificativo de invulnerables a los jóvenes y las especiales y extrañas circunstancias generadas por el confinamiento están pasando factura con incrementos de problemas de salud mental en este grupo. Instituciones nacionales e internacionales continúan buscando soluciones y propuestas para reducir las incidencias de ambas pandemias -la de siniestralidad vial y la derivada del COVID-19-
En el alumnado de +16 años -Bachillerato, FP…- las condiciones actuales de movilidad presentan cambios significativos respecto a otras épocas: nuevas necesidades y conductas sociales y viales precisan matices en el planteamiento educativo y una estrategia para mejorar actitudes, hábitos, y valores estructurados en ejes fundamentales como la salud, la convivencia, la responsabilidad social…
La Estrategia 2030 de Seguridad Vial señala como uno de los grandes factores condicionantes de la nueva movilidad, externo a la seguridad vial, el cambio del paradigma cultural de los jóvenes.
2. ¿Quiénes son los jóvenes en nuestra sociedad?
La respuesta se ha movido en intervalos de los 19 a 25 o de los 18 a 24 años… en Seguridad Vial, debido a la incorporación de conductores que no precisan autorización administrativa para la conducción de diversos vehículos, se maneja los intervalos 16-24 años e, incluso, el de 15-24 años.
Los 18 siguen marcando la mayoría de edad en nuestro país, pero el estrecho vínculo con la obtención del permiso de conducción que era decisivo en etapas anteriores, comienza a resquebrajarse, especialmente en el ámbito urbano donde se cuenta con más oferta de transporte público y acceso a otros vehículos ofertados por los propios municipios.
Una encuesta de la plataforma Uber en 2021 y el análisis de datos sobre permisos de la DGT muestran que:
“El interés por el carné de conducir se ha reducido con el paso de las generaciones: el 81,5% de los baby boomers, las personas nacidas entre 1945 y 1964, tiene el permiso de conducir, frente al 78% de la generación X (1965-1981), al 74% de la generación Y o millennial (1982-1994) y al 58% de la generación Z (1995-2010).
Los datos de la DGT indican que, en 1980, el 78% de quienes aprobaron el permiso para conducir turismos (el B) tenía entre 18 y 29 años. En el año 2000, ese porcentaje subió hasta el 88%, y en 2019, se redujo al 68%.
Sin embargo, se mantienen las cifras totales de nuevos permisos: 594.141 en 2019; 485.166 en 2010, y 599.908 en el año 2000 y las variaciones pueden explicarse por el descenso de la natalidad o por las crisis económicas.
El número de ciudadanos que obtiene el permiso de conducir no ha variado de forma sustancial en los últimos 10 años y tampoco es que haya menos jóvenes, lo que ocurre es que no son tan jóvenes cuando se lo sacan porque les urge menos. Antes, al cumplir los 18 años, era una de las primeras cosas que hacían los jóvenes. Por otra parte, antes era muy frecuente recibir solicitudes para presentarse al examen teórico antes de cumplir los 18 años, pero hoy en día el número de solicitudes anticipadas es mínimo.
Antes, tener el permiso de conducir a los 18 años era un símbolo de libertad, una puerta abierta al mundo adulto, además del reconocimiento social que implicaba ante tus iguales. Ahora, ese reconocimiento social se produce más a través de las redes, en la actualidad, no hace falta tener 18 años para entrar en el mundo adulto, ya no necesitan tener el símbolo del permiso de conducir.
Los jóvenes actuales (al menos los que viven en las ciudades) ya no tienen el mismo interés en el permiso de conducir porque ha dejado de ser prioritario y porque a la mayoría le resulta más interesante disponer de un móvil de última generación que invertir en el carné de conducir. A veces, tienen más interés las familias que los propios jóvenes.
También existen diferencias entre los jóvenes que viven en las ciudades y quienes habitan en zonas más rurales o, incluso, en áreas urbanas más alejadas del centro”.
3. Los jóvenes, uno de los grandes objetivos de la Seguridad Vial
La permeabilidad de este grupo a cambiar sus hábitos de ocio, desplazamiento etc. obliga a una observación y análisis permanente para entender los datos relacionadas con su movilidad y seguridad.
Hace unos años (finales de los 80), los jóvenes de 18 a 29 años eran los protagonistas de las estadísticas de siniestros viales. El conductor joven, varón en su mayoría, se asociaba a menudo a la “tragedia del fin de semana”.
Una gran parte de los esfuerzos de concienciación, prevención y educación se centraron en este grupo (18-24 años) y la respuesta fue un descenso sostenido, que ha contribuido de forma significativa a la disminución de la siniestralidad vial en España, situado en la actualidad entre las más bajas de Europa.
El comportamiento de los jóvenes es, en gran parte, el resultado de la educación que reciben de la sociedad: familia, instituciones, medios de comunicación, modelos de ocio… y del que todos debemos sentirnos responsable.
Los jóvenes precisan acciones específicas en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la educación vial por su especial facilidad para la adaptación a las nuevas tendencias, por ejemplo, son uno de los grupos que hacen un mayor uso de los vehículos de movilidad personal que no precisan autorización administrativa y, más allá del conocimiento de las normas, requieren capacidad de respuesta a situaciones viales en las que se verán inmersos -espacios compartidos con otros usuarios, aparcamiento, velocidad...
Por ello, el mensaje a trabajar en materia de movilidad es que el rol “conductor”, da igual de qué vehículo, supone unas obligaciones y responsabilidades y ser negligentes con ellas puede tener efectos trascendentes y graves para el conductor y para otros usuarios.
Admitir esta realidad no resulta fácil porque la conducción suele asociarse a libertad y, en muchas ocasiones, también a “transgresión” y en el grupo de iguales un conductor responsable no cotiza al alza. Y saber decir NO es un aprendizaje difícil.
Por esta razón una parte importante del trabajo educativo con este grupo debe girar sobre actitudes y valores a partir de la intervención sobre tres grandes factores relacionados entre sí:
- Cognitivos: la importancia de una buena información y su procesamiento Las operaciones que nos permiten procesar la información; la percepción del riesgo, por ejemplo, la atención en la conducción, la identificación de códigos normativos …
- Afectivo-sociales: los sentimientos y emociones, su percepción y control desde la información, la experiencia previa, la actitud, la personalidad...; pueden derivar en comportamientos de riesgo si no se dominan las emociones que, a pesar de producir placer, pueden desembocar en un comportamiento temerario.
- Comportamentales: los hábitos, que resultan de la interacción entre el conocimiento y las emociones.
Un aspecto importante que configura la base de la educación para la movilidad y la seguridad vial es la necesidad de generar conciencia social sobre el valor de la convivencia y la aportación de las personas para facilitarla y mejorarla.
El gran cambio. Jóvenes conductores: anatomía de una nueva generación al volante, Fundación Línea Directa
4. Los medios de desplazamiento más usados a partir de 16 años
Para facilitar las buenas prácticas facilitamos tres enlaces sobre los medios de desplazamiento utilizados de forma más frecuente a partir de 16 años.
Recomendamos el trabajo sobre los aspectos destacados -cognitivos, afectivo-sociales y comportamentales- desde el eje de los factores de riesgo asociados a este grupo: la responsabilidad en la conducción, velocidad, consumo de alcohol y otras sustancias asociadas a la conducción en espacios y tiempos de ocio, viajar con conductores bajo los efectos del alcohol y otras substancias…