El marco de la educación vial
Sitio: | Aularagón |
Curso: | ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS Y RECURSOS DIDÁCTICOS PARA LA MOVILIDAD EN EL NUEVO MARCO EDUCATIVO |
Libro: | El marco de la educación vial |
Imprimido por: | Invitado |
Día: | miércoles, 15 de enero de 2025, 14:03 |
Tabla de contenidos
- 1. Índice
- 2. Evolución de la movilidad y la seguridad vial
- 3. Tendencias sociales y políticas
- 4. ODS - Agenda 2030
- 5. LOMLOE y Estrategia 2030 de Seguridad vial
- 6. LOMLOE y educación vial
- 7. Estrategia de Seguridad Vial 2030
- 8. Líneas de actuación educativas
- 9. Seguridad vial: factores de riesgo
- 10. Perfiles viales: mensajes clave
- 11. Los datos, las cifras
1. Índice
1.- Evolución de la movilidad y la seguridad vial
2.- LOMLOE y Estrategia 2030 de Seguridad Vial
3.- Líneas de actuación educativas
4.- Factores de riesgo y perfiles viales: mensajes clave
4.- Los datos, las cifras
2. Evolución de la movilidad y la seguridad vial
La necesidad de desplazarnos es una realidad que nos afecta a todas las personas en mayor o menor medida, en todos los contextos sociales y entornos viales. El tráfico está inmerso en nuestras vidas día tras día, y se convierte en una fórmula de comunicación, desplazamiento y relaciones personales.
Es un fenómeno sociológico que amplía nuestras posibilidades de comunicación y desplazamiento, pero también supone uno de los mayores problemas de salud pública y de impacto ambiental: es una de las principales causas de siniestralidad, mortalidad y discapacidad, es causa de contaminación atmosférica y acústica, y tiene repercusiones sobre el paisaje y las especies.
Nos facilita la vida y también nos afecta porque a lo largo de nuestra vida, en cada momento de ella bien como peatones, pasajeros o conductores todas las personas estamos implicadas en él. Está presente en muchos actos cotidianos, nos permite amplias posibilidades de comunicación, desplazamiento y transporte, de personas y mercancías, pero también conlleva efectos negativos como los siniestros –muertes, lesiones, discapacidad…- e influye en la calidad del medio ambiente –contaminación, afectación de paisajes y del entorno natural-.
Uno de los retos principales de las sociedades actuales es llegar a un equilibrio sostenible en los diferentes sectores que marcan el desarrollo económico, social, cultural y medioambiental.
En este marco se inserta la idea de una movilidad sostenible, buscando y realizando estrategias que hagan que nuestros sistemas de transporte respondan a necesidades de cualquier carácter pero que a la vez minimicen los impactos negativos que puedan producir: se reduzcan los siniestros y se minimice el impacto ambiental.
3. Tendencias sociales y políticas
La evolución de la seguridad vial que cabe esperar en los próximos años va a depender de tendencias sociales y políticas muy relevantes:
El cambio climático: los Estados miembros de la Unión Europea se han comprometido a conseguir que la UE sea la primera zona mundial climáticamente neutra en 2050. Para lograrlo, hasta 2030 se prevé reducir las emisiones en al menos un 55 % respecto a los niveles de 1990. Hoy en día, el sector del transporte sigue siendo el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, después del sector energético, produciendo más del 20% de las emisiones en toda Europa.
Envejecimiento de la población: tendencia plenamente presente en nuestra sociedad cuyo impacto en la seguridad vial ya se contemplaba en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, pero cuya magnitud ha crecido con el tiempo. Se plantea, por tanto, el desafío de atender de forma segura a las necesidades de movilidad de la creciente población de personas mayores, en todas sus formas de participación.
Aumento de la población urbana y despoblación rural: por un lado, la seguridad en los desplazamientos en las zonas urbanas y periurbanas, con necesidades de movilidad cada vez más numerosas y la aparición de nuevas formas de movilidad que intentan dar respuesta a estas necesidades. Y, por otro, atender a la seguridad en los desplazamientos en las zonas rurales, cada vez más despobladas y donde la incidencia del envejecimiento de la población es aún mayor, que se realizan en su inmensa mayoría por medio de carreteras convencionales.
Nuevas formas de movilidad: desde hace un tiempo se observa, principalmente en entornos urbanos, cambios en las formas de movilidad como el uso de patines, de servicios de bicis y otros vehículos para compartir… que produce una creciente heterogeneidad en el tráfico, con tipos de vehículos con muy diferentes masas, velocidades y vulnerabilidades, y también la reducción de zonas peatonales utilizadas como aparcamientos, y en ocasiones la invasión de esos espacios por estos vehículos más ligeros. Esta realidad presenta el desafío de garantizar la convivencia segura de todos los medios de movilidad especialmente con los peatones más vulnerables ante cualquier vehículo.
Avances tecnológicos: tanto en las infraestructuras y sistemas de vigilancia y gestión de tráfico, como en los vehículos. La integración de estos avances pretende reducir la siniestralidad atribuible a errores y conductas de riesgo, aunque también plantea el desafío de hacerlo adecuadamente para aumentar la seguridad, garantizando que con ello no se estén creando indirectamente nuevos riesgos, como un posible incremento de las distracciones asociado a los sistemas de comunicación -uso del móvil.
La cultura de los jóvenes: no solo la cultura directa de movilidad, sino todos los aspectos que tienen consecuencias en ella, que marca el futuro a corto y medio plazo. -la cultura de ocio en cada momento, de consumos, de socialización, la salud física y mental...-. Apuestan (o se ven forzados por las circunstancias) por lo inmediato, el uso, por compartir, por la sostenibilidad, por la movilidad multimodal y por los dispositivos móviles como medio de comunicación, interactuación e información. No obstante, hay que ser prudentes, puesto que la incorporación de vehículos más sostenibles -los VMP- es un beneficio que también puede suponer nuevos riesgos.
Seguridad vial en las organizaciones: las decisiones de empresas, sean grandes o pequeñas, y de las administraciones tienen una enorme influencia en la sociedad -el teletrabajo, los desplazamientos en transporte de empresa, los horarios y turnos, el incremento del reparto a domicilio, las condiciones de las platillas de reparto…-, deben ser decisiones que repercutan en la mejora de la seguridad vial de forma directa, fomentando la seguridad vial de sus plantillas, subcontratas, autónomos, clientes o proveedores y de forma indirecta, mediante la adopción de criterios de seguridad vial en sus cadenas de valor y en sus decisiones sobre compras de bienes y servicios.
4. ODS - Agenda 2030
La Organización de las Naciones Unidas, tras la declaración del periodo 2011-2020 como Decenio de Acción para la Seguridad Vial, dio un paso más al incluir en la Agenda 2030 la Seguridad Vial como uno de los principales problemas de salud y de desarrollo a los que hacer frente mediante la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades, la Meta 3.6. “Para 2020, reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo”.
El objetivo a largo plazo es la Visión Cero para el año 2050. En la misma línea, la ONU ha actualizado en la resolución Mejora de la seguridad vial en el mundo, que proclama el periodo 2021- 2030 como Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial, con el objetivo de reducir las muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico por lo menos en un 50% durante este periodo; y actualizar en este mismo sentido el compromiso de la Meta 3.6 de los ODS.
5. LOMLOE y Estrategia 2030 de Seguridad vial
Estos cambios en la movilidad suponen un fuerte impacto en nuestros hábitos de desplazamiento: los vehículos de movilidad personal (VMP) han llegado para quedarse; el uso de la bicicleta ha aumentado notablemente; el interés por el permiso de conducir y la obtención del mismo se ha reducido con el paso de las generaciones -con diferencias entre los jóvenes que viven en las ciudades y quienes habitan en zonas más rurales o, incluso, en áreas urbanas más alejadas del centro; las consecuencias tan evidentes del cambio climático animan al uso de transporte sostenible (tren), la crisis energética y las medidas de promoción de transporte público…
Todo ello hace necesario actualizar los conocimientos, valores y actitudes de la sociedad para tomar conciencia e identificar los cambios.
6. LOMLOE y educación vial
El reflejo de la importancia que hoy en día tiene la educación vial, se hace explícito en la actual normativa educativa, la Ley Orgánica para la Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) ha modificado lo referente a la educación en seguridad vial a la que considera uno de los temas o ejes transversales del currículo y un objetivo propio de las distintas etapas educativas
Estas actualizaciones en el sistema educativo buscan ayudar al alumnado a afrontar un mundo en continuo cambio, en este caso, en relación a la movilidad, la sostenibilidad ambiental, el uso de tecnologías asociadas a los desplazamientos, la seguridad física personal…
En los principios generales, se incluye: "Desarrollar hábitos cotidianos de movilidad activa autónoma saludable, fomentando la educación vial y actitudes de respeto que incidan en la prevención de los accidentes de tráfico".
7. Estrategia de Seguridad Vial 2030
La Estrategia de Seguridad Vial 2030 es el marco de referencia para los agentes implicados en la seguridad vial en nuestro país. Es una acción para mejorar la seguridad vial a través de la prevención, la colaboración y la tecnología, que involucra a todas las partes interesadas: gobiernos, industria, sociedad civil, organizaciones internacionales. Se basa en la Estrategia de Seguridad Vial 2030 de las Naciones Unidas que tiene como objetivo de mejorar la seguridad en las vías públicas y reducir el número de accidentes de tráfico.
La Estrategia de Seguridad Vial 2030 identifica y define las áreas clave en las que se necesita actuar para mejorar la seguridad vial como la educación, infraestructuras, regulación.
Propone 9 grandes áreas de intervención que deben servir de orientación para las acciones concretas que se desarrollarán en los sucesivos planes de actuación, de acuerdo con las necesidades concretas del momento.
1. Personas formadas y capaces
2. Tolerancia cero con comportamientos de riesgo
3. Ciudades seguras
4. Vías seguras
5. Vehículos seguros y conectados
6. Respuesta al siniestro efectiva y justa
7. Datos y conocimiento para una gestión basada en riesgos
8. Administraciones, empresas y organizaciones seguras
9. Políticas integradas y cooperación internacional
La primera de las áreas, donde se enmarca la educación vial en el ámbito educativo -Personas formadas y capaces- orienta sobre cómo abordar la mejora del comportamiento y la seguridad de las personas usuarias de las vías, sea como peatones, conductores o pasajeros, mediante la formación y educación para la seguridad para una movilidad más segura, y garantizar las condiciones psicofísicas adecuadas para circular.
Los objetivos son relativos a asegurar que:
Todas las personas que participan en la movilidad son plenamente conscientes de sus riesgos y actúan de acuerdo con los valores de una movilidad segura y sostenible desde la responsabilidad, el respeto al resto de personas y el conocimiento y cumplimiento de las normas.
Todas las personas reciben durante la infancia y la adolescencia una educación vial básica, orientada a la responsabilidad y el fomento de la movilidad activa, todas las personas tienen acceso al permiso de forma equitativa e igualitaria, y todas las personas conductoras poseen los conocimientos, la sensibilización y las condiciones psicofísicas aptas para circular por vías públicas de forma segura.
8. Líneas de actuación educativas
La Estrategia de Seguridad Vial facilita conocer el enfoque más adecuado para la educación en seguridad vial: un sistema seguro que consta de tres componentes, una visión, una serie de principios y un conjunto de herramientas para desarrollar la visión y los principios.
La visión del Sistema Seguro es la eliminación de las lesiones mortales y graves, no de los siniestros en sí, ya que se sabe que los siniestros seguirán ocurriendo, pero sí es posible evitar que estos produzcan fallecimientos y heridas graves. Para ello, se debe consolidar una cultura de la movilidad segura que nos haga avanzar en el objetivo de que ninguna persona resulte fallecida ni herida grave por siniestros de tráfico en el año 2050.
El decenio 2021-2030 debe ser el de consolidación del Sistema Seguro que asume la Visión Cero, y se desarrolla en los siguientes principios:
1. Principio de falibilidad: las personas cometen errores que pueden provocar siniestros.
2. Principio de vulnerabilidad: el cuerpo humano tiene una capacidad limitada de tolerar la fuerza de un impacto sin que se produzcan lesiones.
3. Principio de responsabilidad compartida: existe una responsabilidad compartida entre quienes diseñan, construyen, gestionan y usan las carreteras y vehículos, así como quienes proporcionan la respuesta post-accidente.
4. Principio de enfoque integral o de redundancia: todas las partes del sistema deben ser reforzadas para multiplicar sus efectos, de forma que, si una de las partes falla, las personas continúen protegidas.
Las herramientas para desarrollar la visión y los principios son el conjunto de acciones en las que se concreta el desarrollo de la Estrategia, entre ellos, en relación a la educación para la seguridad vial: los planes educativos, la formación de profesorado o la elaboración de recursos didácticos de apoyo, entre otros.
La promoción de los valores de una movilidad activa, saludable, segura y sostenible es prioritaria entre los colectivos más jóvenes, por ello:
- La inclusión de la educación vial en el currículo escolar, en colaboración con las autoridades educativas.
- La extensión de los caminos escolares seguros, con objeto de promover los valores de una movilidad activa, saludable, segura y sostenible.
Continuar promoviendo las actuaciones de información y comunicación en los centros escolares a través de los diferentes canales.
8.1. Garantizar la oferta educativa
1.-Garantizar la oferta educativa para personas usuarias de bicicleta y VMP, y otros colectivos
El cambio en los hábitos de movilidad, particularmente en las ciudades, pero cada vez más presentes en todos los entornos, hace necesario garantizar una oferta de educación vial adecuada para todas aquellas personas usuarias de vehículos para cuya conducción no es necesario obtener un permiso de conducción, tales como bicicletas o vehículos de movilidad personal, así como para los peatones.
Durante los próximos años se espera un incremento de la movilidad activa y de vehículos de movilidad personal, que obligará a realizar una evaluación continua de los riesgos específicos de estos medios de movilidad y de las mejores intervenciones educativas para reducir dichos riesgos. Se trata de un ámbito prioritario para todos los países europeos, por lo que el intercambio de buenas prácticas y evidencias desempeñará un papel importante.
8.2. Extensión de los caminos escolares seguros
El proyecto STARS - Acreditación y Reconocimiento de Desplazamientos Sostenibles para Colegios, tiene como objeto animar y premiar a los centros educativos que fomentan entre su alumnado los desplazamientos sostenibles y seguros, tanto a pie como en bicicleta.
Se dirige a alumnado de los 6 a los 19 años, y a toda la comunidad educativa: familia, profesorado, equipos directivos y personal no docente.
Sus objetivos:
- Aumentar el número de niños, niñas y adolescentes que realizan desplazamientos activos al colegio o al instituto, es decir que van en bici o andando a su centro de estudios
- Fomentar la autonomía de la infancia en la ciudad.
- Promover el compromiso de los jóvenes con el espacio público.
- Promover estilos de vida saludables y cuidar el medio ambiente.
8.3. Comunicar y concienciar sobre movilidad segura, sostenible y saludable
Los esfuerzos de comunicación y concienciación de los valores de la movilidad segura, sostenible y saludable -Movilidad S-, deben ir encaminados hacia la convivencia entre distintos modos de transporte y el compromiso social necesario para lograr reducciones sostenidas de la siniestralidad vial.
https://twitter.com/DGTes?s=20&t=od675j3ZV5oQ5av40wFkig
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9. Seguridad vial: factores de riesgo
Normalmente, cuando sucede algo que no es previsible tendemos a catalogarlo de “accidente” y muchas veces pensamos que los accidentes viales son casuales, fortuitos, cosa del destino o por mala suerte y los consideramos inevitables, pero la realidad es que, como señala la Organización Mundial de la Salud, “la seguridad vial no es accidental”.
En la mayor parte de los siniestros de tráfico las cifras indican que el factor humano supone entre el 70 y el 90% de la responsabilidad en un accidente: la mayoría de los accidentes de tráfico se deben a exceso de velocidad, cansancio, consumo de alcohol, distracciones…
Hay tres grandes grupos de factores de riesgo:
- El factor humano: todo lo relacionado con las personas, nuestros conocimientos, hábitos y comportamientos.
- El factor vehículo o medio de trasporte: su estado, antigüedad, los mecanismos de seguridad con los que cuenta.
- El factor vía: el estado y trazado de la vía, su entorno, las condiciones meteorológicas, las medidas de control del tráfico, la señalización…
- En los accidentes viales laborales, aquellos que se producen al ir o volver del trabajo o al realizar desplazamientos por motivos laborales, se añade un cuarto factor que tiene que ver con todo lo relacionado con las condiciones y organización del trabajo: los horarios, las rutas, si acostumbramos a llamar y coger llamadas mientras nos desplazamos…
9.1. Factor humano
El factor humano es todo lo relacionado con las personas, nuestro estado, hábitos y comportamientos.
Son aspectos de riesgo:
- La capacidad, la formación, los conocimientos, la habilidad, los hábitos, actitudes y conductas que tenemos como peatones, conductores, pasajeros o acompañantes.
- El estado psicofísico: fatiga, sueño, cansancio, estrés, enfermedades leves como un catarro…
- El consumo de sustancias -alcohol y otras drogas- que alteran la percepción de la realidad, hacen que se asuman más riesgos y que se sea menos prudente.
- El efecto de medicamentos que pueden producir somnolencia, falta de atención o de reflejos…
- El uso de teléfonos dispositivos móviles, GPS…, conduciendo, incluso cuando se utiliza manos libres, multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente. Como peatones caminar hablando por el móvil es causa de comportamientos inapropiados, de falta de atención al entorno y a las circunstancias.
- Las distracciones y comportamientos inadecuados: ir pensando en otra cosa, buscar música mientras se conduce, andar por la calle sin fijarse en el tráfico…
- La rutina, la falta de reacción y las respuestas automatizadas ante circunstancias difíciles o inesperadas: atascos, circulación lenta y retenciones, espera en paradas sin respetar filas, invasiones u obstáculos en el carril bici...
9.2. Factor vehículo
Factor vehículo se refiere a los aspectos relacionados con las condiciones del vehículo y las medidas de seguridad con las que cuenta. La mayoría de los accidentes producidos por un fallo mecánico podrían haberse evitado con un mantenimiento adecuado.
En la actualidad este factor se ha transformado de forma significativa con la incorporación a los vehículos de los Sistemas de Conducción Asistida (ADAS), que cumplen un importante papel en la reducción de la siniestralidad vial. Dichos sistemas mejoran significativamente la percepción del riesgo e incrementan de forma significativa los niveles de seguridad.
Sea cual sea el vehículo –bici, ciclomotor, motocicleta, turismo…- debe estar en buen estado y cumplir las revisiones obligatorias.
- Los elementos de seguridad activa son los dispositivos destinados a disminuir el riesgo de que se produzca un accidente -por ejemplo, los frenos, dirección de neumáticos y amortiguadores, los neumáticos, luces y faros…-. Se deben mantener en buen estado.
- Los elementos de seguridad pasiva proporcionan protección en caso de accidente, por ejemplo, el cinturón de seguridad o el airbag en los turismos; el casco, la ropa protectora, los guantes y ropa adecuada en el caso de bicis y motos.
9.3. Factor vía
El factor vía es todo lo relacionado con la calzada o vía, con las condiciones meteorológicas, con las medidas de control del tráfico –si hay agentes regulando el tráfico, o cámaras vigilando, radar…-.
En muchas ocasiones los accidentes se producen porque se rompe el equilibrio entre la exigencia del entorno (la vía, la densidad de tráfico, las condiciones climatológicas, etc.) y la capacidad del conductor –de turismo, moto, bici, ciclomotor…- para manejar el vehículo o del peatón para usar la vía.
- El estado de la vía, tanto la calzada como las aceras: el diseño o trazado, la conservación, la señalización, el estado del pavimento, la anchura, el número de carriles, la pendiente...
- El entorno de la vía: la localización de señales, las barreras protectoras, mobiliario urbano, la visibilidad e iluminación…
- La climatología y condiciones ambientales: si hay niebla, lluvia, viento, nieve o hielo…, la oscuridad, obras, cruce de animales, atascos, retenciones...
10. Perfiles viales: mensajes clave
Desplazarnos forma parte de las cosas que hacemos a diario y prácticamente todas las personas usamos las vías ya sea como peatones, conductores o pasajeros. En cada etapa de la vida, en cada momento de la vida, las personas tenemos distintos perfiles viales: puede que cojamos un autobús, el metro o el tranvía para ir al trabajo y ser pasajeros de transporte público; que salgamos a la calle y seamos peatones, que cojamos el coche, la moto o la bici y seamos conductores, o que nos lleven y seamos pasajeros de un turismo.
Todo en un mismo día, en pocas horas. Y en cada ámbito y en cada rol, tendremos percepciones diferentes de las conductas de los demás usuarios para mantener unos niveles de seguridad aceptables.
Las personas, vialmente, podemos ser:
- peatones –en zonas urbanas e interurbanas,
- conductores –de turismos, motos, ciclomotores, bicis,
- pasajeros –de transporte público, de vehículos particulares.
10.1. Como peatones
- Cumplir las normas: respetar las señales.
- Caminar por las aceras y zonas más seguras. En vías interurbanas caminar por el arcén, llevar chaleco. No correr, aunque se vaya con mucha prisa, respetar al resto de peatones.
- Cruzar por zonas seguras: semáforos, pasos de peatones, si no hay señalización por la parte más segura de la vía.
- No cruzar entre vehículos que no dejan ver a otros vehículos e impiden que nos vean.
- Hacerse ver: si es de noche o muy temprano, en zonas mal iluminadas, en vías interurbanas, en polígonos industriales…, llevar ropa de alta visibilidad o chaleco reflectante.
- Si se camina y habla por teléfono, extremar la prudencia: mirar alrededor, no cruzar indebidamente…
10.2. Como pasajeros
Como pasajeros de transporte público
- Esperar en la parada sin salir a la calzada, sin pasar de la línea de seguridad del metro o tranvía, sin entorpecer a otras personas.
- Subir y bajar de forma ordenada, cuando el bus, tranvía o metro estén detenidos.
- Al subir o bajar del bus cruzar siempre por detrás, nunca por delante para ver y ser vistos.
- En viajes en bus, usar el cinturón de seguridad durante todo el trayecto.
Como pasajero de un turismo
- Llevar siempre cinturón de seguridad, tanto delante como detrás.
- Colocar el asiento y reposacabezas de forma adecuada a tu altura: son elementos de seguridad, no sólo de comodidad.
- Ayudar al conductor a elegir la ruta, a estar atento: no discutir, no agobiar, no dejarle “solo” en la tarea de conducir…
10.3. Como conductores
Como conductor de moto o ciclomotor
- Conocer y cumplir la normativa: señalizar los cambios de carril y los adelantamientos de forma segura
- Realizar revisiones periódicas, asegurar el mantenimiento: desgaste de piezas, limpieza…
- Utilizar casco homologado, sin holguras y bien abrochado.
- Hacerse visible: utilizar ropa reflectante y señalizar las maniobras.
- Ser especialmente cuidadoso en días de lluvia, niebla, viento...
- Si se lleva carga, asegurar que no puede desplazarse o soltarse.
- Extremar la prudencia si se están tomando medicamentos, consultar con el médico sobre el uso de vehículos.
- Es un delito contra la seguridad vial conducir bajo la influencia de drogas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas. También es delito la negativa a someterse a las pruebas de control legalmente establecidas.
Como conductores de bici y otros vehículos de movilidad personal
- Respetar las señales: los conductores de estos vehículos deben cumplir las normas de circulación igual que el resto de conductores.
- Extremar la prudencia si se están tomando medicamentos, consultar con el médico sobre el uso de vehículos.
- Está prohibido circular por zonas peatonales (aceras), y hacerlo con auriculares o hablando por el móvil.
- Para los ciclistas es obligatorio el uso del casco de seguridad en menores de 16 años, y para todos en vías interurbanas, aunque siempre es recomendable su uso, también para los vehículos de movilidad personal (VMP).
- Usar prendas reflectantes que hagan visible.
- Llevar alumbrado y extremar la precaución si se circula muy temprano o de noche, por pasos inferiores, túneles o en días de niebla, lluvia o viento.
- Es un delito contra la seguridad vial conducir bajo la influencia de drogas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas. También es delito la negativa a someterse a las pruebas de control legalmente establecidas.
Como conductores de turismos
- Respetar siempre las señales y cumplir las normas.
- Adecuar la velocidad al estado de la vía y a las condiciones meteorológicas, al estado físico y psíquico. Mantener siempre la distancia de seguridad.
- Revisar y mantener el vehículo en buen estado, prestar especial atención a los elementos de seguridad: los frenos, la dirección, las ruedas, las luces...
- Planificar el trayecto, evitar horas punta y zonas conflictivas; ir con tiempo suficiente para evitar estrés y las prisas.
- Llevar siempre abrochado el cinturón de seguridad, ajustar el asiento, los espejos retrovisores y colocar el reposacabezas adecuadamente, especialmente si no es el coche habitual.
- Controlar las comidas copiosas si vas a conducir. No conducir cansado o con sueño.
Es un delito contra la seguridad vial conducir bajo la influencia de alcohol, drogas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas. También es delito la negativa a someterse a las pruebas de control legalmente establecidas.
11. Los datos, las cifras
Los datos, las cifras, son básicos para conocer y analizar. Permiten constatar si las percepciones están respaldadas, nos orientan sobre dónde pueden estar los problemas, los avances, sobre dónde poner el foco… Son una herramienta básica para contextualizar las propuestas educativas. La DGT cuenta con una sección de cifras sobre accidentes de tráfico, vehículos y el parque móvil, censo de conductores, denuncias...
Es una sección que recoge tanto informes anuales sobre los diversos temas y aspectos como los datos actualizados al día, en el ámbito estatal y por municipio, de esta forma puedes consultar, por ejemplo, qué perfil -edad y sexo- tiene más accidentes y las causas de los mismos, si hay más o menos jóvenes que se presentan y obtienen el carnet de conducir…
Por ejemplo, bajo el epígrafe “accidentes de tráfico” un buscador facilita el acceso a las estadísticas e informes sobre los principales indicadores de siniestralidad. Se pueden aplicar filtros para recuperar los datos de interés en cada caso y momento. Entre los contenidos:
- Estadísticas diarias: los datos provisionales acumulados de accidentes mortales y fallecidos a 24h en las vías interurbanas
- Cuadro comparativo por tipo de vía, medio de desplazamiento, género y edad
- Cuadro comparativo por Provincias
- Cuadro comparativo por Comunidades Autónomas
- Estadísticas anuales: datos anuales definitivos de accidentes con víctimas, personas fallecidas, heridas hospitalizadas y no hospitalizadas
Por otra parte, la Revista Tráfico y Seguridad Vial, facilita reportajes, noticias, entrevistas…, permanentemente actualizados más una hemeroteca, en los que se analizan y presentan, de una forma muy visual y gráfica, con infografías, imágenes, la principal información sobre tráfico y seguridad vial.