El marco de la educación vial
8. Líneas de actuación educativas
La Estrategia de Seguridad Vial facilita conocer el enfoque más adecuado para la educación en seguridad vial: un sistema seguro que consta de tres componentes, una visión, una serie de principios y un conjunto de herramientas para desarrollar la visión y los principios.
La visión del Sistema Seguro es la eliminación de las lesiones mortales y graves, no de los siniestros en sí, ya que se sabe que los siniestros seguirán ocurriendo, pero sí es posible evitar que estos produzcan fallecimientos y heridas graves. Para ello, se debe consolidar una cultura de la movilidad segura que nos haga avanzar en el objetivo de que ninguna persona resulte fallecida ni herida grave por siniestros de tráfico en el año 2050.
El decenio 2021-2030 debe ser el de consolidación del Sistema Seguro que asume la Visión Cero, y se desarrolla en los siguientes principios:
1. Principio de falibilidad: las personas cometen errores que pueden provocar siniestros.
2. Principio de vulnerabilidad: el cuerpo humano tiene una capacidad limitada de tolerar la fuerza de un impacto sin que se produzcan lesiones.
3. Principio de responsabilidad compartida: existe una responsabilidad compartida entre quienes diseñan, construyen, gestionan y usan las carreteras y vehículos, así como quienes proporcionan la respuesta post-accidente.
4. Principio de enfoque integral o de redundancia: todas las partes del sistema deben ser reforzadas para multiplicar sus efectos, de forma que, si una de las partes falla, las personas continúen protegidas.
Las herramientas para desarrollar la visión y los principios son el conjunto de acciones en las que se concreta el desarrollo de la Estrategia, entre ellos, en relación a la educación para la seguridad vial: los planes educativos, la formación de profesorado o la elaboración de recursos didácticos de apoyo, entre otros.
La promoción de los valores de una movilidad activa, saludable, segura y sostenible es prioritaria entre los colectivos más jóvenes, por ello:
- La inclusión de la educación vial en el currículo escolar, en colaboración con las autoridades educativas.
- La extensión de los caminos escolares seguros, con objeto de promover los valores de una movilidad activa, saludable, segura y sostenible.
Continuar promoviendo las actuaciones de información y comunicación en los centros escolares a través de los diferentes canales.